La inseguridad en Pergamino, como en todo el país, no solo no cesa, sino que acrecienta cada vez más su violencia. Febea Rost, reconocida psicóloga de nuestra ciudad, fue testigo en carne propia de cómo las situaciones delictivas son cada vez más peligrosas: la vecina de barrio Luard Kayad sufrió una entradera el jueves pasado, y la torturaron física y psicológicamente para robarle todos sus ahorros.
La inacción judicial movió a Febea a contar lo sucedido y hablar a los medios: decidió no callar y narrar el asalto que sufrió. Hablar para que llegue más lejos, para que se sepa, y para motivar a quienes deben ocuparse de la seguridad.
En conversación con Ni más ni menos (Radio Criterio FM 88.1), Rost contó: “es una situación muy dura, muy cruel, pero uno tiene que aceptar que no puede vivir tranquilo. Le toca al que le toca y me tocó a mí”.
“Me patearon la puerta, saltaron para entrar a mi casa, cortaron un alambre para ingresar y se metieron tres personas. Me taparon la boca y la cara, me tiraron una campera, me llevaron a mi habitación, moviéndose como si supieran, me sentaron en un sofá, rompieron una sábana, me ataron las piernas, las manos, agarraron el cable del cargador de mi celular y, con un fuentón con agua, me amenazaban con electrocutarme. Me pedían que les cante ‘dónde tenía los dólares’ porque, si no, me iban a electrocutar”, contó Rost.
“Entraron a mi casa pidiéndome el auto todo el tiempo. Eso fue significativo también para la DDI. Es un caso muy raro. Entraron tres personas, me torturaron psicológicamente durante dos horas y me pidieron un auto que, horas más tarde, apareció abandonado y todo roto en un camino de tierra: me parece raro. Y yo quiero saber quiénes eran estas personas”, continuó.
“Creo que estaban buscando plata, porque era lo único que pedían. Yo les decía que, si les habían pasado un dato, se lo habían pasado mal, o se habían equivocado de casa. En mi auto tenía 5000 reales, porque me estaba por ir de viaje, y cerca de 1200 dólares, porque estaba pagando una futura operación en mi ojo”, relató en el aire de Ni más ni menos.
Por qué contarlo
Días después de sufrir el impactante asalto, Febea decidió contarlo a los medios. Fue una decisión meditada, y persigue el objetivo de no permitir que este tipo de delitos pasen desapercibidos: “Soy una persona relativamente conocida en Pergamino por mi profesión, y estoy utilizando eso para poder difundir lo que me pasó, lo que viví en carne propia, y ojalá sirva para mejorar. Yo tomé la decisión de exponerme públicamente porque, hasta el sábado pasado, se difundieron noticias desde los medios. El viernes pasado, después de hablar con el jefe de la DDI, decidí exponerme para que mi caso sirva como señal: que esto no pase más”.
“Tenemos que vivir de una manera en la que los presos parece que somos nosotros. Mientras tanto, las otras personas deben estar disfrutando de mi dinero y de mis cosas”, sentenció la profesional de salud.