Al ser legalizado, el cannabis medicinal agiliza su camino para ser fabricado también por laboratorios, lo que implicaría mayor calidad del producto.
Octavio ya tiene veintiún años y tiene epilepsia refractaria. En 2017 comenzó a ingerir cannabis medicinal y su salud mejoró. “La verdad es que, desde que empezó a tomarlo, nos resulto. Hasta el día de hoy lo sigue tomando”, contó Aurelia, su madre.
En diálogo con SinRodeos, programa conducido por Pedro Rossi, Aurelia expresó que todo empezó con una visita a una clínica de Córdoba en 2017. “Estaba muy organizada. Por supuesto que no estaba reconocido el tema en ese momento, pero ya se sabía y mucha gente acudía a ese lugar”.
Expresando que “aún persisten prejuicios porque no existe información”, Aurelia contó en Radio Criterio (FM 88.1) que el aceite de cannabis no sólo funciona para la epilepsia sino también para otros trastornos como artrosis, y demás.
En cuanto a la sanción del decreto hace unos días por parte del Gobierno nacional, Aurelia comentó: “El avance, por decirlo de alguna manera, es que ahora (el cannabis medicinal) entra en el circuito de los laboratorios y tendrá otra tecnología. La fabricación, por supuesto, es mucho mejor. Una siente un alivio”.