Día a día se viralizan más situaciones de estafa a través de medios digitales: Whatsapp, Instagram o Facebook son algunas de las plataformas que sirven de escenario para los delincuentes, que roban información de las víctimas y, en general, piden dinero a los contactos más cercanos.
Pergamino no es la excepción: al tratarse de delitos virtuales, nuestra ciudad es uno de los tantos escenarios más donde este tipo de hechos ocurren.
Marcela Marziotta, comisario de la Comisaría Primera, confirmó que es una práctica común: “Todos estos días estuvimos tomando denuncias. Se hizo muy frecuente la estafa de Whatsapp. Llaman a las personas, les muestran la foto de perfil de un escudo, se hacen pasar por el Gobierno para dar información sobre las vacunas y, después de algunas preguntas, le hackeaban el Whatsapp”.
En qué consiste
En líneas generales, lo que los delincuentes buscan es suplantar la identidad de la víctima. Para ésto, necesitan sí o sí de la colaboración de la persona a la que están atacando, por lo que, en el caso de no dar información a terceros, ya estamos cuidándonos y protegiéndonos.
El modus operandi es el siguiente: contactan telefónicamente a la víctima. En general, simulan ser de algún ente público y se presentan como empleados de alguna dependencia oficial (Ministerio de Salud, ANSES, etc.). Una vez pasada la primera etapa, en algún momento, solicitan a la víctima que otorgue los seis números que le fueron enviados por mensajes de texto. Y acá se encuentra la estafa.
Los seis números que le llegan a la víctima vía SMS son, en realidad, seis números que Whatsapp envía para dar acceso a tu cuenta. Los atacantes, mientras hablan por teléfono simulando ser funcionarios, están intentando ingresar a la cuenta de la víctima. Whatsapp, para comprobar, envía esos seis números. Al entregarlos, la víctima le da acceso total a los atacantes, y éstos duplican la cuenta.
Una vez completado este paso, los delincuentes contactan a los amigos y familiares más cercanos de la víctima y, en general, solicitan alguna “cooperación económica”, o ayuda, a determinado CBU. Los amigos y familiares, creyéndose que quien escribe es la víctima, acceden y depositan. Y los delincuentes cobran.
Las cuentas
“La fiscalía toma intervención en este tipo de temas”, aclaró la comisario, sobre todo en el rastreo de las cuentas bancarias que los atacantes otorgan para recibir dinero. “En general, los delincuentes no piden suman exhorbitantes. Piden cerca de $ 10 000 o $ 15 000. Entonces, para los familiares o amigos es algo normal, nada fuera de lo común. Uno quiere ayudar a sus amigos. Distinto sería si pidieran $ 300 000”, comentó Marziotta.
“Otra de las modalidades son las encuestas. Este año, que vienen las elecciones, muchas estafas se disfrazan de encuestas políticas. Algunas llaman por teléfono y piden que el encuestado diga “sí” o “no” y que hable. Esas son las más peligrosas”, amplió la comisario de la Comisaría Primera.