En la Argentina nada funciona como corresponde. Un alto porcentaje de las cosas que nos ocurren, sencillamente, funciona mal.
Hay ejemplos en todos los campos de actividad: desde las más sencillas hasta las que han relacionado a las figuras políticas más importantes.
Pero siempre lo que ocurre supera a lo anterior y nos da la sensación de no poder ser superada, pero rápidamente sucede otra cosa disparatada que la supera.
Nos asombramos por la cadena de irregularidades en el atentado a Cristina Fernández tal como que la custodia no estaba, que el agresor fue capturado por militantes y no por la custodia, al detenido la turba no lo agredió y fue detenido sin esposas, el celular del agresor fue reseteado, la casa del agresor, luego del allanamiento, quedó sin faja de seguridad y el vecino le daba de comer a los gatos, etc.
Nos asombramos por la incontrolable quema de pastizales en las islas y el humo que llega a ciudades, Rosario y toda la costa, donde el Ministro Cabandié ni aparece.
Sufrimos una inflación que ya ronda los tres dígitos, pobreza estructural, pobreza infantil, millones de jóvenes que no trabajan ni estudian, inseguridad descontrolada además de un sinnúmero de problemas de producción y distribución de productos tal como neumáticos y otros tantos que impactan directamente en los ciudadanos en su vida cotidiana.
En medio de ese panorama, el secretario de Comercio, Matías Tombolini, arma una reunión de Estado para intervenir en el problema de las figuritas del mundial. Nunca creí ver semejante dislate de intervención del Estado en un mercado absolutamente superficial.
Como frutilla del postre, el presidente Fernández viajó a EE.UU. con una comitiva de cincuenta personas, incluida la primera dama y su correspondiente asistente de vestuario. Solo en un país pobre pasa esto.
Además, Fernández, que parece que no tiene quien lo asesore correctamente, fue a un estudio de grabación y se sacó una foto tocando una guitarra de miles de dólares. En política lo que se transmite es muy importante y simbólico de lo que se piensa.
Se debe reformatear todo en Argentina.
En nuestro álbum de los dislates argentinos, la figurita de Tombolini con kiosqueros o la de Fernández tocando la guitarrita van a estar entre las más insólitas.
Pedro Rossi es licenciado en Investigación Operativa, comunicador y profesor. Conduce SinRodeos (Radio Criterio FM 88.1). Es director de Puntos de Vista y de Radio Criterio FM 88.1. Ha publicado dos libros de ensayo: “Argentina, un espacio para rehacer” y “Nuestro presente: consecuencia de nuestro pasado y causa de nuestro futuro”. Es profesor de la UNNOBA y del ISFDyT Nº 5 de Pergamino. También, se ha desempeñado como docente en la sede UCA y en múltiples escuelas de nivel secundario.