Solo la vacuna de Pfizer está aprobada para menores de 18 años en el mundo. Ante la presión social, el Gobierno firma DNU para su ingreso al país.
Que somos el país de los anuncios vacíos no es novedad.
Que somos el país de los eslóganes de campaña, tampoco.
La novedad es que estos anuncios están enmarcados en la pandemia, ya con casi 100.000 fallecidos y en la campaña de vacunación.
Los vecinos son calmos, mansos, sumisos, respetuosos. Mientras que los que nos gobiernan son maquiavélicos, irresponsables, inescrupulosos e irrespetuosos.
El caso de la vacuna de Pfizer es paradigmático de esto.
Este laboratorio realizó en Argentina la prueba con voluntarios, por lo que se suponía cierta prioridad cuando la vacuna haya sido lanzada a escala de producción.
Por cuestiones que todavía no son claras, dicha vacuna fue proscripta en la Argentina.
El Gobierno nacional y sus fanáticos dogmáticos vociferaban que Pfizer llegó a pedir hasta los glaciares como garantía.
El tiempo fue pasando y el problema se fue agravando. Este se hizo más complejo cuando las “intensas” (según los dichos de los funcionarios) de las mamás y los papás de los jóvenes menores de 18 años con patologías no lograban acceder a las vacunas para sus hijos.
La única vacuna autorizada en el mundo para menores de 18 años es la vacuna de Pfizer.
La presión social aumentó, el problema se hizo visible en los medios nacionales, y como ocurre siempre ante esta circunstancia, el Gobierno no tuvo más remedio que cambiar su postura.
En estas horas se dio una situación particular que presenta una especie de doble comando en el poder. Por un lado el Ejecutivo nacional emitía un DNU autorizando el ingreso de las vacunas y en el mismo momento, en el Congreso, todos los diputados kirchneristas (incluido el diputado Bormioli, quien vive en Pergamino) votaban en contra del ingreso de la vacuna.
Lo concreto es que las únicas vacunas aprobadas en el mundo para menores de 18 años es la del laboratorio Pfizer que hasta el momento no han podido entrar al país (no han sido claras las razones).
Lo demás es puro humo político que con sus declaraciones intranquiliza y angustia a los padres y madres de dichos jóvenes quienes esperan cruzando los dedos hasta que lleguen las vacunas.
Por Pedro Rossi | Director de PUNTOS DE VISTA | pedrorossi@live.com.ar