Mondino sostiene que la visión política están empezando a tomar algunas medidas de reducción de gastos en la dirección correcta.
Se hizo un pronóstico de inflación del 60%, pero esto tiene una doble trampa política y económica. La política es que si los recursos son superiores el gobierno tiene discrecionalidad de gastar lo que le parezca, pero la económica es que no estás obligado a gastar eso, lo que podría desembocar en un superávit.
La economista también aclaró que no se le puede echar las culpas a las empresas que suben los precios, ya que el mismo Estado es el que está subiendo los impuestos.
Además, es muy ingenio creer que hay un componente en la decisión de los empresarios para generar inflación.
Ante la pregunta de cuánto tiempo es lo razonable para bajar los niveles inflacionarios, Mondino respondió que hay algunos precios que han estado controlados, como algunos servicios y medicina prepagada, pero son precios que van a tener que subir, ya que no se pueden mantener, y se podrían ir acompañando subiendo un poco la jubilación al mismo tiempo.
Lamentablemente, hoy se están ajustando jubilaciones y sueldos y para bajar la inflación se deben ir reduciendo gastos públicos, ajustar las tarifas y aumentar la productividad.
La única solución es pagar lo que hay que pagar y dejar de pagar otras cosas que no son necesarias, del lado de las personas pagar un poco más de impuestos y del lado del Gobierno gastar menos en cosas que no deberían estar haciendo.